3/11/10

Outer Space

Wayne Shorter por Miguel A. Fdez
Ayer  Madrid fue invadido por extraterrestres. Yo siempre he pensado que los extraterrestres no podían ser como los de las pelis americanas, con naves espaciales en forma de platillos de metal y con bichos con forma de homínidos pero con un ojo solo. Siempre pensé que serían más como un haz de luz sin forma definida o incluso como partículas invisibles que atravesaban cualquier material o ser vivo absorbiendo sus cualidades y composición.

Pues eso es lo que pasó ayer en Madrid, más concretamente en el teatro Fernán Gómez a las 9 y 10 de la noche unos entes extraños aparecieron y se colaron en el interior de todos los que estábamos allí y se llevaron todo atisbo de inteligencia o lucidez que pudiésemos tener. El líder de los entes (supongo que era el líder porque era el más grande) con camisa violeta se hacía llamar Wayne y venía escoltado por otro ser extraño llamado Patitucci, un ente con gafas llamado Danilo Pérez y por una fuerza ulterior creada exclusivamente para su función llamada Terri Carrington. Sin mediar palabra se pusieron en posición, agarraron sus instrumentos láser y comenzó la abducción.

El primer evento (no me atrevería a llamarlo canción o tema) duró la friolera de 1 hora y 10 minutos. Una concatenación de sonidos alucinantes, totalmente descabalados, sin estilo o ritmo aparente. Parecía como si a cada 4 u 8 compases le diesen la vuelta 180 grados a la partitura o la cambiasen por otra distinta, pero por otra de Hindemith, de Bártok, de Vârese... De hecho hubo momentos que me recordó a Ionisations, por buscarle un parecido con algo conocido. Me sorprendió (o no) que después de 10 minutos grupos de abducidos de avanzada edad comenzaran a abandonar la sala, supongo que tenían miedo. Los que allí nos quedamos llegamos a estar incluso incómodos, se notaba que la gente quería aplaudir pero estos tipos no les dejaban, los sonidos iban y venían con distinta intensidad y cuando parecía que la pieza terminaba el líder cambiaba el saxo-láser por el clarinete-láser y comenzaba a disparar colores otra vez como dando la salida a los otros tres para que nos ametrallasen de nuevo. Había tensión contenida en el público, ganas de aplaudir. Por fin decidieron que nos habían humillado musicalmente lo suficiente y pararon, el público estaba tan apabullado que hasta hubo un momento de silencio antes del aplauso y clamor generalizado. Sssspectacular.

Sin mediar palabra se fueron del escenario, un minuto más tarde debieron pensar que no había sido suficiente y salieron otra vez. Esta vez fueron un poco más benévolos y nos ofrecieron una pieza con ciertos tintes jazzeros de 20 minutos. Eso permitió que algunos del público nos atreviésemos incluso a menear la cabeza o la pierna al compás que marcaba la todopoderosa Terri. Desde hace muchos años siempre he soñado con tener una novia que tocase la batería, pero viendo a esta chica me acojoné y no sé si seguir deseándolo. Al terminar el evento la gente salía aturdida, como con una sobredosis de la heroína más pura del mundo, los comentarios que hacían no tenían nada que ver con música, supongo que porque nadie puede expresar con palabras lo que escuchamos. Durante un buen rato estuve pensado (afirmación peligrosa) que eso no era Jazz. Al igual que hay gente que le duele la espalda y no aguanta más y va a un fisio, o gente que está cansada de comer lo mismo y cuando puede se va al mejor restaurante de la ciudad a que le sorprendan, ayer me dio la sensación de que Wayne y su tropa hacen música para los que ya lo han escuchado todo y quieren algo fuera de lugar, irreconocible y que les supere por todos lados, algo que no puedes cocinar en tu casa.

En fin, hace unos años fuí a ver a Shorter con Miguelón y sus colegas a Villalba y resultó un concierto increíble. Además Miguelón nos preparó unos platos típicos mejicanos, concierto al aire libre, perfecta fusión musical entre los miembros de la banda, salí embobado, después de aquello siempre he dicho que aquél fue el mejor concierto que he visto en mi vida... hasta ayer.

Noticia publicada en El Pais. http://www.elpais.com/articulo/madrid/pajaros/mundo/elpepuespmad/20101103elpmad_13/Tes

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